miércoles, 16 de octubre de 2013

Bio


 [english version below]
Soy Profa. Titular de Historia de la Ciencia de la Universidad de Granada. Recibí formación como médica especialista en Radioterapia Oncológica en el Hospital Clínico de Valencia aunque mis estudios de Medicina los realicé en Granada. Las problemáticas que viví en m­i experiencia profesional en la clínica generaron mi interés por la historia de la Radioterapia como especialidad en la España contemporánea. Así se originó la línea de trabajo que he venido desarrollando sobre el poder del saber experto en las sociedades contemporáneas

En mi libro ¿Curar el cáncer?, y el artículo (Scientific rhetoric in the consolidation of a therapeutic monopoly Social History of Medicine, 10 (1) estudié los elementos discursivos e institucionales que propiciaron el nacimiento de una especialidad médica. Analicé no sólo el uso de las ideas médicas sino también de las tecnologías y de asociaciones culturales que como La Liga Contra el Cáncer, promocionaron socialmente una idea curativa del cáncer en un periodo histórico en el que la curación era más un deseo que una realidad. Mi proyecto postdoctoral se extendió en el análisis de las ideas sobre el cáncer en otros países europeos como la Francia de entreguerras, donde estudié la manera en la que la disponibilidad tecnológica y el modelo industrial inspiraron la propia conceptualización médica de la idea de cáncer («Usines à guerir », Asclepio, 51). De esta manera, tal y como estudié también para el caso inglés, se abandonaron otras ideas más holísticas sobre el cáncer que antes de la introducción de las radiaciones formaban parte de las explicaciones que algunos médicos daban a esta enfermedad (Redefining cancer in the interwar period, American Journal of Public Health, 97 (9).

Tras mi periodo postdoctoral me adentré en la historia colonial estudiando la puesta en marcha de tecnologías y asistencia médicas en Guinea Ecuatorial y su contribución al despliegue del poder colonial. En relación al paludismo, las medidas adoptadas ahondaron en las diferencias raciales y no pudieron mitigar el impacto medioambiental (ecológico y humano) que produjo la explotación de los territorios y los cambios ecológicos biológicos (talas masivas, cambios en los ciclos de los mosquitos, aguas encharcadas) y del medio humano (traslados forzosos, condiciones laborales abusivas) (Paludismo, explotación y racismo científico en Guinea Ecuatorial).

También investigué cómo el despliegue tecno-científico español (analíticas sanguíneas, carnets sanitarios, huellas dactilares, test psicológicos) en la colonia de Guinea (antes y después de la guerra civil) estuvo implicado en los procesos de identidad colonial, racial y nacional contemporánea además de en las políticas de exclusión de las mujeres. En el periodo anterior a la guerra civil el aparato tecno-médico persiguió el objetivo de identificar sujetos (cuerpos) útiles para el trabajo. En la etapa franquista sirvió para “extraer” la idea de “sujeto español” a partir de las técnicas disciplinarias de la medicina y la psicología (Scientific Technologies of National Identity as Colonial Legacies, Social Studies of Science, 39 (1) 81-112). El conocimiento del papel de las representaciones científicas en la construcción de la idea nacional, durante el franquismo, también lo analicé en el discurso visual del No-Do en noticias sobre tecnologías médicas (Public Understanding of Science, 14(4): 2005, 393-408). En este escenario visual tecnificado también quedaba patente la transmisión propagandística del modelo de feminidad nacional-católico.

Tras estos años de investigación donde profundicé en la propuesta de Foucault de conocer las relaciones entre saber y poder en las sociedades contemporáneas, he reorientado, en la actualidad, mi investigación hacia el objetivo de indagar, no sólo los mecanismos normativos que despliega la ciencia y la medicina, sino los saberes subalternos o nativos que escapan o negocian las redes de poder que los saberes expertos trenzan, con el objetivo de custodiarnos. Expuse los fundamentos de mi línea actual de trabajo en La historia de la Medicina en el siglo XXI, mostrando que la teoría postcolonial y el feminismo, han supuesto una crítica profunda a nuestra idea de qué es ciencia y qué constituye el conocimiento. 

Como historiadora bajo la influencia de estas críticas a la ciencia, mi trabajo ahora se orienta  con el objetivo de generar una agenda de investigación que transcienda el poder (sin olvidarlo) y que equilibre las jerarquías epistemológicas que ha construído el llamado saber "experto". 

Esta re-orientación de agenda, la estoy explorando, de manera personal, en el campo de la historia de las emociones y sentimientos y, en concreto, en relación a la cultura del amor en la España de postguerra. En Ciencia y sabiduría del amor (Iberoamericana, 2013) –un estudio de la sabiduría cultural sobre el amor desarrollada por las mujeres, a través de fuentes poco exploradas (cartas, autobiografías, canciones y novelas)–, exploro los sistemas de saberes vernáculos (indígenas, nativos, autóctonos, locales o subalternos) que pueden proporcionar una contestación a los sistemas de poder en el terreno de las emociones, entendidas como constituyentes centrales de la sociedad (Who were the experts, Science as culture, 2013).

En esta línea de profundizar en saberes no regulados por la tecnociencia, he dirijido investigaciones doctorales sobre la representación cultural de los transplantes de órganos, la memoria como un conocimiento cultural sobre el pasado útil en la reconstrucción de sociedades post-conflicto (Colombia, Uruguay), el saber sobre la salud y la enfermedad en culturas no medicalizadas exploradas a través de la literatura, o el uso biomédico de los sanadores tradicionales en campañas biomédicas. 

En la actualidad  dirijo dos trabajos doctorales que afrontan por una parte el análisis emocional de las relaciones entre pacientes y médicos en la llamada "clínica intersexual", dispositivo asistencial alrededor de las persoansque con sus cuerpos desdicen el binarismo sexulade los cuerpos. Por otra, la experiencia del dolor de mujeres que padecen la etiqueta de "fibromialgia" para conocer las dinámicas y objetos emocionales que las rodean.

El estudio del amor me acercó a la pregunta sobre la subjetividad, una concepción que en occidente tenemos muy "naturalizada" y a cuya naturalización han contribuido los discursos psiquiátricos. De una parte, estudiamos las transformaciones generizadas de la subjetividad que propició la introducción de los psicofármacos en España y Portugal  (véase "Consumerism, Gender Diversity and Moralization of Sexuality in the Iberian 1960s" que junto a Richard Cleminson publicamos en la monografía Consumption and Gender in Southern Europe Since the Long 1960s). Por otra, sigo profundizando en las relaciones entre sabiduría cultural y saberes expertos en el marco histórico de los años sensenta en España: con el estudio de los "lenguajes del yo" y la nación, y con el análisis de las relaciones entre el amor y la sexualidad que la investigación histórica ha planteado tradicionalmente como dos campos separados. 

Nuestro último proyecto (HAR2016-78223-C2-2-P) está financiado por la Agencia Estatal de Investigación (AEI) y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER). Un equipo interdisiciplinar abordamos las dinámicas de "Género, emociones y subjetividad en las relaciones entre pacientes y profesionales sanitarios" En esta investigación exploramos las "zonas de contacto" (en el sentido que planteó Mary Louise Pratt) entre la cultura biomédica y la experiencia de quienes padecen enfermedades, en diversos escenarios históricos y contemporáneos, prestando especial atención a las emociones de la relación.

En el marco de esta investigación mi objetivo es analizar la "paranoia" como idea cultural en la que coalescen algunas emociones (envidia, odio, miedo) a través de varios escenarios históricos del siglo XX. Para ello utilizaré no sólo la huella que en el archivo ha dejado la psiquiatría con su definición de "paranoia", sino las formas que ha tomado en la ficción, la biografía y el arte. El objetivo último, siguiendo la propuesta de Eve Sedgwick, es extraer de la cultura del pasado formas "reparativas" de epistemología y de dinámica social.

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I am a senior lecturer in the History of Science Department (University of Granada, Spain­­­). I graduated as a doctor at the School of Medicine, (Granada, Spain) and lately trained as a medical specialist in Oncology-Radiotherapy (Valencia University Hospital). The set of problems I had to face during my years of clinical practice inspired my future research in history about the power of expert knowledge in contemporary societies.
In my book ‘Curing cancer?’ and the paper ‘Scientific rhetoric in the consolidation of a therapeutic monopoly (Social History of Medicine, 10 (1)) —both published results from my PhD— I studied the discursive and institutional origins of Radiotherapy in Spain before the Spanish Civil War. 

In this work, I analyzed not only medical ideas but also technologies and popular associations, such as the League Against Cancer, that promoted the perception of cancer as a curable disease in an historical moment when curability was still a far reaching goal and also in a society where hospital services where out of reach for most of the population at the time. 

In my postdoctoral research I also studied cancer campaigns in other European countries such as France and England. The availability of radioactive materials, as well as the industrial model, conditioned how doctors conceived cancer itself («Usines à guerir », Asclepio, 51)

As the English case study made clear, the technological-industrial thought that moulded cancer treatment in the interwar period, faded away other more holistic understandings of cancer that existed before the introduction of radioactive treatments (Redefining cancer in the interwar period, American Journal of Public Health, 97 (9).

After my postdoctoral research I moved to a new area of investigation, exploring colonial medical history. I studied the implementation of techno-medical services against malaria and other diseases in the African-Spanish colony of Equatorial Guinea during the 21st Century.

The medical services implemented up to the 1950´s by the Spanish colonial services deepened the racial differences, and didn’t mitigate the environmental impact resulting from the colonization, both in ecological terms (abusive felling of tropical tress, life- cycle mosquito changes, and stagnated waters) or in human terms (slavery work conditions, forced population displacements) [Paludismo, explotación y racismo científico en Guinea Ecuatorial].

In further research I also analysed how the medical-technologies (blood test, sanitary cards, fingerprinting, and psychological test) displayed by the metropolitan power contributed to “extract” an ideal Spanish identity (“el español”) from the Guineans (mostly from male Guineans) using disciplinary scientific technologies (Scientific Technologies of National Identity as Colonial Legacies, Social Studies of Science, 39 (1) 81-112).

I also historize the specific idea of “nation” designed and reinforced by Franco’s regime, studying visual technologies such as the newsreel No-Do, when portraying medical news (Public Understanding of Science, 14(4): 2005, 393-408). Inside this propagandistic visual landscape, it was also clear the interest of the national-catholic regime in raising a specific model of submissive femininity.

After these years of research agenda inside the Foucault’s project of writing a history of power / knowledge relationships, I re-oriented my research towards the analysis of not only power, but also of subaltern or native knowledge that escapes from what is traditionally considered “expert science”. I sketched my theoretical setting in my book “The history of medicine in the XXI century”, showing how feminist theory and postcolonial studies have deeply transformed our idea of “whose science” and what constitutes knowledge. As an historian under the influence of this critique, my work has also been touched and moved towards research aims that look for transcending power without forgetting it.

I am exploring this personal detour in my agenda, through the field of the history of emotions and feelings inside the love culture of post-war Spain. In my recent book “Science and wisdom on love” (Iberoamericana, 2013), I studied the cultural understandings of love cultivated by Spanish women in those repressive years, through diverse historical sources (letters, lyrics, autobiographies and novels) [Who were the experts? Science as culture, 2013].

I made the effort to recuperate local (vernacular, native or subaltern) and collective knowledge on sentiments through indigenous psychologies and subjectivities. I consider this knowledge as a cultural dissent to power in the terrain of emotions, defined as a core organ in the social body. In the same vein of deepening our awareness of knowledge no regulated by techno-science, I’m a doctoral research advisor on projects about the cultural knowledge developed by post-conflict societies (Colombia and Uruguay), on the health knowledge contained in non-medicalized societies (using literature as a resource) or, on how the traditional healers are employed by global biomedical health campaigns.

My new research will focus on the analysis of popular knowledge (and also the sciences that were influential) on the practice of love and sexuality in the 1960´s in Spain. Firstly, I will deepen my exploration on the relationship between expert and cultural interpretations of emotions. Secondly, I will explore the overlapping between sexuality and love that traditional history coined as two disconnected fields of research. Finally, I will also explore the history of subjectivity and the display of indigenous psychologies in the construction of gender identities during the emosexual transformations that took place in the otherwise peculiar revolutionary decade of the Spanish 1960´s.